lunes, 28 de enero de 2013

Blocando en Peña Los Moros

Aprovechando el tiempo libre y esta meteorologia favorable me he acercado a blocar un ratejo a la zona de Peña Los Moros. Ya habia estado un par de veces mas por la zona, dando unos pegues a esa caliza tan rara que lo mismo aguanta un cañonazo que te quedas con medio bloque en la mano, pero tenia localizada una zonita con forma de anfiteatro y unas paredes de 3-4 metros de altura, habia que probarlas si o si.

Vista general de los bloques

La entrada al anfiteatro esta tapada por arboles


Colocación de la colchona y los gatos y a por ello. La primera via que escojo, en plan calentamiento, no es muy larga y se adivinan unas regletillas bastante majas, sin embargo no hay apenas apoyo para los pies y tengo  que andar tirando muchisimo de brazo. Despues de 5 intentos consigo encadenarla, ¡la primera del dia!

La primera via, sigue la linea de la fisura que queda a la sombra

 
Todavia con la emoción del primer encadene voy a por la segunda. Una via un poquito mas larga pero con menos agarres. Arrancada de sentado, y encadeno a la primera, es si, el ultimo tramo subido a puro huevo ya que no hay agarres para salir.

Por la izquierda del matorralillo de la parte alta, aprovechando los agujeros para hacer unos buenos bidedos.

Como el interior del anfiteatro es bastante empinado y estoy solo prefiero moverme a la entrada, que el suelo es llano y no patino con la colchona ladera abajo al caer. Eligo una linea bastante chula, aprovechando el canto natural que hace la piedra. Eso, unido a un par de cazos que aparecen por ahi me hacen coronar la 3ª via.

  
Linea preciosa con agarre lateral y cantitos para la otra mano

 Por ultimo he cogido un pequeño techo que habia justo a la izquierda de la 3ª via. Pasar el techo me ha parecido imposible, los agarres que hay por encima no me gustan nada porque no consigo quedarme bien enganchado. Sin embargo la roca me va descubriendo pegue a pegue un cantito, una regleta, un pequeño bidedo, que a base de seguirlos me lleva por una linea que no habia visto, rodeando la piedra y ascendiendo a la vez. Esta nueva forma de jugar con la roca me llena de energia y me tiro unos 45 minutos dandole un pegue tras otro, llegando cada vez mas arriba, hasta que, finalmente, me han fallado las fuerzas, las yemas de los dedos, los pies,...sin darme cuenta me he dado un palizon de cuidado. Me queda pendiente coronarla y seguir jugando con los sutiles cantos que van a apareciendo en cada intento.

Otra zona con mucho potencial y necesidad de tiempo para ser debidamente trabajada.


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